Nuestros acercamientos a la comunidad iniciaron con un recorrido por las calles de la localidad de Los Mártires en el centro de Bogotá, observando que estas poseían varios aspectos repetitivos, algunos de los elementos que llamaron nuestra atención fue la parte arquitectónica que tiene una mezcla entre un gloriosos pasado que evidencia el apogeo económico y social y a su vez, una añoranza por lo pudo y no es.
Esto se hace notar en los relatos que afortunadamente fueron ofrecidos por dos habitantes que se atrevieron a contar sus historias de vida cargadas de sentimientos y emociones que se evocaron a partir del espacio físico compartido con sus colegas, vecinos y amigos, como lo hace ver Cindy Núñez, mujer trans, quién fue testigo del proceso de transformación social, económica y de infraestructura en la localidad, su voz, es un reflejo de lo que se representa como cambio o transformación del espacio físico y emocional, y de aquel juego entre lo público y lo privado al exponer las experiencias no tan gratas de ser una mujer trans y trabajadora sexual.
Haures Vela Suarez, nos muestra que el ser mujer en el siglo XX era una manera de habitar en el espacio público y que habitarlo, es embellecer uno mismo, es ser mujer, cachaca, capaz de enseñar y dar vida a un lugar.